Por: Monseñor Alejandro Goic
Carta de Monseñor Alejandro Goic entregada, a través del Pbro. Eduardo Morin, a Patricia Troncoso en el hospital Herminda Martín de Chillán.
Rancagua, enero 21 de 2008.
S.Patricia Troncoso
Hospital Herminda Martin
Chillán
Estimada Patricia:
Desde Rancagua la saludo con profundo afecto en el Señor que nos ama y especialmente a los que sufren. Monseñor Manuel Camilo Vial, Obispo de Temuco, me ha hablado mucho de usted. De su amor al Señor Jesús, de su profunda espiritualidad, de su entrega generosa al pueblo mapuche. Monseñor Carlos Pellegrin, Obispo de Chillán quien actualmente la visitó, señaló a los Medios de Comunicación, entre otros conceptos: “ He venido a visitar a Chepa para animarla y escucharla como pastor de la Iglesia de Chillán, decirle que estamos muy preocupados por la situación que vive en este momento, y particularmente ofrecerle nuestro apoyo espiritual”.
Le incluyo la Declaración, que a nombre de los Obispos, realicé el 14 de Enero titulada “La Paz en la Araucanía, fruto de la justicia” y la entrevista que me hiciera la Sra. Raquel Correa en El Mercurio el domingo 20 de enero.
Le escribo para rogarle en nombre de Dios, en quien cree y a quien ama, a que deponga su actitud de continuar esta huelga de hambre. Como creyente sabe que la vida es un don maravilloso y que conservando su existencia podrá seguir luchando por causas justas y dignas, como la que la ha movido hasta ahora. Me parece que su esfuerzo no ha sido en vano. El tema mapuche se instaló en la sociedad chilena, como también el sueldo ético. Son temas que deberán comenzar a resolverse. No son fáciles. La Iglesia Católica a la que pertenece compromete su palabra y su acción. El Gobierno ha creado la Comisión interministerial para buscar respuestas adecuadas a una demanda histórica. Un grupo importante de académicos y de profesores ha hecho un documento histórico en torno al tema indígena en Chile. He sido informado, de manera no oficial, que algunos de los beneficios que usted solicita le serían otorgados después de su total recuperación.
Estimada Chepa, permítame que la llame así. Hace poco en Santiago recibí a su padre, un hombre bueno y justo, que sufre por usted como toda su familia. Por amor a ellos, por amor a la causa que defiende, por amor a Dios, le ruego que acoja la petición de su Iglesia. Hay un solo Justo – Cristo Jesús – que cargó sobre si el pecado del mundo y de cada uno de nosotros. En Él somos salvos. Él nos enseñó la sagrada dignidad humana de cada hombre y de cada mujer. San Pablo nos recuerda: “Sabemos, además, que todo contribuye al bien de los que aman a Dios” (Rom. 8,28). Su sacrificio contribuirá al bien y a una mayor justicia social.
Ruego con fe y humildad por usted, para que se deje invadir por el Espíritu que quiere que ¡¡¡usted viva!!!.
La quiere y bendice en el nombre del Señor.
† Alejandro Goic Karmelic
Obispo de Rancagua
PresidenteConferencia Episcopal de Chile
Rancagua, enero 21 de 2008.
Rancagua, enero 21 de 2008.
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