Por: Mauricio Muñoz Díaz
La noticia dio rápidamente la vuelta al mundo y la imagen se convirtió en motivo de risa, en tema de comentario político y hasta en video juego on line. Un periodista Iraqui le lanzo dos zapatazos al presidente de Estados Unidos George W. Bush durante una conferencia de prensa en Bagdad.
Este incidente nos enseño que este gesto es el insulto supremo en Irak y que equivale a decirle al otro que vale menos que un zapato, algo sobre lo cual pisamos y que por lógica esta lleno de mugre. Aunque el periodista Iraqui, Muntazer al Zaidi, tuvo buena puntería, George W. Bush tuvo mejores reflejos y esquivo los proyectiles. En este incidente no hubo daño alguno, pero fue tremendamente elocuente y quedara para la historia como el gesto de despedida de los Iraquies para el presidente que invadió su territorio, voto a su autoritario gobierno y dejo en una inestable ruina a su país, el símbolo de un largo y doloroso proceso, cuyas consecuencias, sin duda, pesaran durante muchas generaciones.
Los símbolos tienen una importancia y una capacidad de movilización que nunca debemos subestimar, corresponden a un lenguaje que no pasa por la razón, sino que entra directo al estomago y por lo tanto produce reacciones. El zapatazo contra Bush me hizo recordar ese escupo con que un nieto del general Carlos Prats despidió el cadáver del general Augusto Pinochet durante su velatorio, hizo una cola de varias horas, espero con paciencia su turno, para finalmente hacer salir de su boca una bronca de varias décadas y de muchos chilenos.
Este incidente nos enseño que este gesto es el insulto supremo en Irak y que equivale a decirle al otro que vale menos que un zapato, algo sobre lo cual pisamos y que por lógica esta lleno de mugre. Aunque el periodista Iraqui, Muntazer al Zaidi, tuvo buena puntería, George W. Bush tuvo mejores reflejos y esquivo los proyectiles. En este incidente no hubo daño alguno, pero fue tremendamente elocuente y quedara para la historia como el gesto de despedida de los Iraquies para el presidente que invadió su territorio, voto a su autoritario gobierno y dejo en una inestable ruina a su país, el símbolo de un largo y doloroso proceso, cuyas consecuencias, sin duda, pesaran durante muchas generaciones.
Los símbolos tienen una importancia y una capacidad de movilización que nunca debemos subestimar, corresponden a un lenguaje que no pasa por la razón, sino que entra directo al estomago y por lo tanto produce reacciones. El zapatazo contra Bush me hizo recordar ese escupo con que un nieto del general Carlos Prats despidió el cadáver del general Augusto Pinochet durante su velatorio, hizo una cola de varias horas, espero con paciencia su turno, para finalmente hacer salir de su boca una bronca de varias décadas y de muchos chilenos.
El zapatazo y el escupo son formas brutales, violentas, pero tremendamente elocuentes de marcar la historia con una cruda forma de poesía.
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1 comentarios:
El pasado 14 de diciembre de 2008, una persona le Lanza sus zapatos al Presidente de los EEUU, es una agresión simbólica la que ha conseguido millones de carcajadas, el hecho puede considerarse un mensaje de símbolo.
Descifrar este mensaje significa conocer las emociones, de las personas, las que cambian según el contexto social donde ocurran los hechos, su tradición y el referente de la persona que recibe el mensaje.
El lanzamiento de los zapatos Muntazer al Ziadi ocurrió en la llamada Zona Verde, el complejo de antiguos palacios presidenciales de Sadam, hoy convertido en base de operaciones de las fuerzas de ocupación y de las nuevas instituciones iraquíes y con medidas de extrema seguridad, por lo que nadie podría expresar su reprobación a Bush, de ahí que el único medio fue el lanzar zapatos y decirle perro, en alusión a la violación de los Derechos Humanos.
Luego en Iraq, miles de personas salieron a la calle para solidarizar con Al-Zeidi, exigiendo la libertad del héroe que se enfrentó a Bush. Se dice que el Periodista se encuentra en prisión y que esta herido y que arriesga hasta 15 años de cárcel. También ya existe ofrecimiento para enfrentar la defensa.
Aquí aparece otro mensaje de símbolo, la fuerza del poder y la fuerza que tiene el valor civil para protestar con las armas de las ideas.
Las repeticiones de esas imágenes en el mundo, inclusos en juegos electrónicos fueron racionalizando y justificando el hecho hasta el punto que la comunidad internacional representada por la gente está pidiendo que el periodista pueda salir libre pronto.
En Irak la acción se interpreta como lo peor, ya que el zapato está en contacto con el suelo y con las inmundicias que éste contiene, de ahí que la población se vea reflejada con júbilo al sentirse colectivamente involucrada e interpretada con la acción del zapatazo, en contra del que llaman criminal, ya que masacró a los iraquí apropiándose de bibliotecas, museos y los recursos naturales en su supuesta lucha en contra el terrorismo, la que mantiene desde marzo del 2003 hasta hoy.
No analizaré esto del zapatazo en abstracto, también deseo hacer mención a los mensajes de símbolos que han tenido aquí en Chile, claro, sin tener la notoriedad internacional.
Tenemos el caso de la revolución pingüino, el jarro de agua lanzado por María Música, representa a miles y miles de estudiantes que protestaban por mejorar la educación y que ésta no se venda como un trozo de cerdo, pero frente a la indiferencia ocurrió aquello.
El caso de Ricardo Lagos, con su dedo apunto a Pinochet en un momento en que el General parecía intocable y por ello dio la confianza para que otros tomaran sus respectivas posturas y dejaran la ambigüedad.
Podría mencionar el caso del escupo del nieto del General Prats al ataúd de Pinochet y el otro caso podría ser el hecho que los Parlamentarios aprueben la iniciativa de legislar sobre la nueva Ley de Educación, sin considerar la Educación Pública y las inmensas manifestaciones sociales en contra.
Todas estas acciones tan humanas comunicadas y puestas en escenas, no pueden ser reprochadas, ya que gracias a ellas la valentía de los débiles evita que se cometan crímenes, se ultraje la ecología y que los poderosos ganen siervos y esclavos, cierto es que es un camino arriesgado y complejo, en donde no se ganan posiciones sociales, ni dinero, al contrario supone abandonarse por una causa común, de hecho Muntazer al Ziadi está sufriendo las consecuencias y ninguno de quienes le acompañan solidarizó con él.
En mi experiencia personal, los arrastrados de siempre, en privado me han felicitado por algunas acciones, pero en escena se esconden como ratas.
Blog: David Maturana Céspedes
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