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LA LUCHA DEL PUEBLO MAPUCHE; 10 AÑOS DE REPORTAJES EN REVISTA PUNTO FINAL. La lucha del Pueblo Mapuche intenta reflejar y recoger, en breves páginas, la palabra, pensamiento y acción mapuche. Es una mirada desde lo mapuche, desde la comunidad y desde la ciudad, una mirada desde el sur para todos los puntos cardinales, desde la lluvia para crear otra garúa. "Este libro fue escrito por el Pueblo Mapuche con la ayuda de Tito Tricot / Mauricio Buendia. Aquí están sus sueños, memorias, bandurrias, bosques antiguos y, por sobre todo, su lucha, su inmensa dignidad y vocación de futuro". Ilwen Ediciones

EVO MORALES, DE LA COCA AL PALACIO, "Una Oportunidad Para la Izquierda Indígena"; Desde el año 2000, emerge en Bolivia un nuevo nacionalismo. Su núcleo articulador ya no serán las clases medias urbanas sino las masas campesinas e indígenas que desde sus estructuras sindicales territorializadas se "desbordan" hacia el ámbito nacional, disputando con las élites neoliberales una visión alternativa de país.

VENEZUELA. LO BUENO, LO MALO Y LO PENDIENTE. Pocos gobiernos en el mundo son objeto de campañas de demolición tan cargadas de odio como Hugo Chávez, presidente de Venezuela. Sus enemigos no han vacilado ante nada: golpe de Estado, huelga petrolera, éxodo de capitales, intentos de atentados, mentiras e insidias. ¿Por qué tanto odio contra Chávez? Es importante esclarecer qué intereses está golpeando, qué reformas está haciendo. Este libro analiza lo bueno, lo malo y lo pendiente de la Revolución Bolivariana, edit. aun creemos en los sueños

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viernes, 31 de agosto de 2007

MIRAR A LOS MAPUCHE


Por: Mauricio Muñoz
A propósito del Allanamiento en Rucañanco

Existe un proverbio muy famoso y clásico que dice “que no hay peor ciego que el no quiere ver”. Quizás por eso seria bueno que la Presidenta Michelle Bachellet y sus autoridades intentaran mirar a los Mapuche. Por otro lado, tal vez nos estamos equivocando si creemos que el Estado chileno es ciego frente a lo que le ocurre al pueblo Mapuche, que diversos gobiernos insisten en llamar etnia. Durante la dictadura se crearon una serie de leyes para combatir el terrorismo.

La legislación, ambigua en extremo, define el fenómeno terrorista como “el delito que se cometa con la finalidad de producir en la población o parte de ella el temor justificado de ser víctima de delitos”. En cuanto al acto terrorista, se precisa: “Colocar, lanzar o disparar bombas o artefactos explosivos o incendiarios de cualquier tipo, que afecten o puedan afectar la integridad física de personas o causar daños”. Que lanzar bombas o artefactos es un delito, no está en debate. Pero la carbonización de un camión, por ejemplo, puede recibir una pena de tres años como un delito ordinario. En tanto que idéntica acción, juzgada con la ley antiterrorista chilena, recibirá una sentencia por el triple, vale decir nueve años de presidio.

La violencia social de estudiantes que lanzan bombas molotov no puede ser juzgada con el criterio de una ley antiterrorista a menos que el concepto se desvirtúe por completo. Si el criterio para definir terrorismo incluye todo lo que causa terror a la población, entonces abarcaría la delincuencia común. El apelativo de terrorismo se hace, entonces, superfluo. Sería más sencillo multiplicar las sentencias por tres y decir que toda forma de violencia causa temor y, por lo tanto, es terrorista. Caben opiniones dispares sobre los métodos de lucha adoptados por ciertas organizaciones. Es claro que muchas acciones violan la ley, pero nadie puede ignorar que los Mapuche han sido víctimas de una larga (muy larga) injusticia. Le han sido arrebatadas tierras y han sufrido acosos represivos. Esa es la historia de los pueblos que son “perseguidos todos los días por la policía”.

Hay una ley muy estricta para los indígenas pero otra complaciente para las empresas y sus aparatos de seguridad, que apalean e incluso han secuestrado a sus líderes. Es inadmisible que ministerios del Interior de los gobiernos democráticos, y no los tribunales, hayan invocado una legislación gestada en forma ilegítima para justificar la represión. El método terrorista tiene unas formas de acción precisas, que no corresponden a la conducta de violencia Mapuche. Ella corresponde a una clásica expresión de movilización indígena como en Bolivia, Ecuador y el sur de México. Aquellos gobiernos que enfrentaron las demandas indígenas y sus métodos de lucha como expresión de terrorismo debieron dar marcha atrás y algunos fueron forzados a renunciar.

Cabe recordar que hace casi dos años atrás, en una gira europea de la Presidenta, el Premio Nóbel, José Saramago, invitó a Bachelet en un acto cultural celebrado en la ciudad de Madrid a “Mirar a los Mapuche”, en directa alusión a la situación de los dirigentes encarcelados. Tras su regreso a Chile y como consecuencia de tales emplazamientos, la primer mandataria anunció que bajo su administración no sería aplicada la polémica Ley Antiterrorista, precisamente la legislación que permitió condenar a gran parte de los comuneros hoy recluidos.

La expresión de Saramago, entonces, se hace plenamente vigente, “Mirar a los mapuches”. La represión directa o por la vía de los tribunales no resuelve problemas. Los pueblos originarios necesitan reparaciones no sólo de palabra sino en los hechos. Enfrentarlos a la competencia de los mercados internacionales es acelerar su desintegración, coincidentemente la Policía actuó hoy en el sector que pelea por proteger el Lago Lleu Lleu de la explotación minera y a solo dos dias de haber sido el juicio del Dirigente Héctor Llaitul Carrillanca. Es, por la vía del etnocidio, renunciar a la fortaleza de la diversidad de las raíces nacionales. El trato que reciban los Mapuche será el que recibirán todos los chilenos.
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miércoles, 29 de agosto de 2007

Cañete - Manifestación Mapuche

Por: Mauricio Muñoz

Manifestación en contra de la Militarización del Territorio Mapuche y en contra de la Explotación del Lago Lleu Lleu

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martes, 28 de agosto de 2007

Salario Minimo; El Ritual de la Desigualdad

El salario mínimo ha subido este año de 135 mil pesos a 144 mil, que podría alcanzar a 145 mil -¡qué diferencia!- si el crecimiento de la economía supera cierto rango. Un alza de 6,6 por ciento. Un año atrás, el gobierno lo había elevado en 5,8 por ciento.

El mayor aumento de 2007 no se debe a un cambio en la mano de Hacienda, ni en una alteración en el espíritu de la Concertación. Se trata de un simple cálculo que pone por delante -¡vaya novedad!- la macroeconomía: ha sido una proyección de mayor crecimiento económico, que, en otras y más sentidas palabras, significa que el gobierno prevé que este año las empresas ganarán más.

El léxico que surge del Ministerio de Hacienda y reproducen los medios, califica como una “negociación” a este reajuste; en teoría surge desde los gremios, pasa por Hacienda, supuestamente se discute y se refrenda, finalmente, en el Congreso. El trámite, sin embargo, es bastante más simple. Hay sin duda un ejercicio ritual, que se realiza cada año. Se inicia con una propuesta de la CUT recogida no sin indiferencia por Hacienda. Lo que sale del edificio de Teatinos es, en el fondo, la verdadera propuesta, que no considera en nada las demandas o sugerencias de los trabajadores. Lo que llega al Congreso es un proyecto preaprobado, como aquellos créditos bancarios que requieren finalmente de pocas horas para su sanción.

Este ejercicio, que se ha repetido cada año desde la década pasada, refleja la triste realidad no sólo del mundo laboral chileno. Revela también la brecha abismal entre los representantes de los ciudadanos, instalados y bien apernados desde hace más de una década en los poderes ejecutivo y legislativo, y la propia ciudadanía. Ese inútil rito, que aún llaman “negociación”, no alcanza a serlo porque para cualquier negociación ha de haber al menos dos actores con poderes más o menos similares. Como bien se sabe, ni la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), ni la gran masa laboral, fragmentada y poco organizada, tienen verdadero poder negociador. Con un gobierno y unos legisladores que tienen sus intereses puestos en otros ámbitos, no ha de extrañar que el salario mínimo se mantenga desde hace años como un ingreso ínfimo que no alcanza a solventar las necesidades mínimas de un trabajador ni, claro está, de su familia.

El gobierno utiliza para el cálculo del reajuste, entre otras variables, el crecimiento de la economía, que este año apuntaría hacia un seis por ciento. Pero este indicador dejó de ser hace muchos años una guía para estimar el bienestar de las personas. Si los ingresos de los chilenos hubieran aumentado al ritmo que ha crecido el producto desde comienzos de la década pasada, viviríamos otra realidad. Porque es bien conocido que este crecimiento ha sido sin equidad: un fuerte aumento de las utilidades para las empresas y un magro beneficio para los trabajadores. La equidad requiere de una voluntad política que no ha existido. Tampoco ha funcionado la teoría del rebalse, el argumento -falaz como el que más- de promoción de las bondades del libre mercado. Lo que ha operado es una transferencia de riqueza desde la ciudadanía hacia una minoría representada por la gran empresa privada. Un trasvasije de los recursos, del trabajo, de la riqueza, del esfuerzo en suma, desde la ciudadanía en su conjunto hacia las elites, hacia los poderes fácticos. Un proceso que va desde los pobres hacia los ricos, que son, como se sabe por las estadísticas, cada vez más ricos.

Las ganancias de la gran empresa chilena han sido sobresalientes durante los últimos años. Basta mirar los resultados de las compañías mineras, de las dedicadas a los recursos naturales y servicios para comprobar que las tasas registradas en el movimiento del producto chileno están estimuladas por la energía financiera de estos grandes conglomerados. Durante el primer trimestre del año en curso empresas como Minera Escondida, Empresas Copec, Celulosa Arauco, AntarChile, Banco Santander, Cencosud, Enersis, CAP y Falabella, entre otras, aumentaron sus utilidades entre un nueve por ciento (Santander) y un impresionante 380 por ciento (CAP). De todas las ganancias que tuvieron las más de 600 sociedades anónimas inscritas en la Bolsa de Comercio de Santiago, un 94 por ciento de ese incremento lo acaparan exclusivamente diez sociedades que, a su vez, representaron el 47 por ciento de las ganancias del total de empresas del país, según explica un informe de Cenda.

El gobierno, los economistas liberales, las cúpulas del gran sector privado agrupadas en la CPC y la Sofofa y, en fin, todos aquellos que han acogido, impulsado y cautelado en Chile la matriz neoliberal, argumentan que un incremento del salario mínimo perjudicaría a la pequeña y mediana empresa, que es la que produce la gran mayoría de los empleos en Chile, muchos de ellos, hay que recordarlo, con ingresos mínimos. Pero este argumento es relativo y bastante espurio. El gran obstáculo para el desarrollo de las pymes en Chile no es el aumento de los costos laborales ni menos el salario mínimo, sino la competencia brutal y desleal de las grandes corporaciones. La plena entrega al laissez-faire de todas las áreas, geografías y sectores, es lo que ha conducido a una pérdida de las cuotas de mercado que tenían las pymes, las que han pasado a engrosar el negocio de la gran empresa. Un fenómeno que hoy no sólo está presente en las áreas productivas y exportadoras, sino también en los servicios, como en el comercio, donde incluso busca los espacios que tenían los pequeños almacenes de barrio. Un proceso sin duda cruel, amparado por la cínica neutralidad del mercado y de sus oficiantes, que es el causante del desempleo, la precariedad laboral, la debilidad y desaparición de las pymes, los bajos salarios y el deterioro de la calidad de vida.

Si no existe un real interés por las más débiles unidades económicas, no puede tampoco haberlo por las personas y los trabajadores, que sólo pueden optar a recibir “la red de protección social” cuando se hallan en o muy cerca de la miseria. Por increíble que parezca, en Chile un trabajador que percibe el ingreso mínimo está muy lejos de poder optar a esa red de protección social, y ha de entrar a competir en las intrincadas y difíciles redes del mercado. Aproximadamente un 30 por ciento de los trabajadores chilenos perciben el salario mínimo, en tanto más del 50 por ciento está bajo la cota de los 250 mil pesos. Con estas cifras, el ingreso promedio de los trabajadores en Chile está en un rango de 300 mil pesos.

El primer quintil más pobre no llega al cuatro por ciento de los ingresos totales, en tanto el quinto quintil, el más rico, obtiene casi el 60 por ciento, lo que obviamente determina la capacidad de consumo en una sociedad que cada vez más ha puesto todas sus aspiraciones al servicio del mercado y el consumo. La mala distribución del ingreso en Chile, que según estadísticas oficiales coloca al país dentro de los más desiguales del mundo, no se corregirá a través de subsidios a la extrema pobreza -vale recordar que para el gobierno no es pobre quien tiene un ingreso superior a 43 mil pesos- sino mediante el trabajo. Con un salario mínimo de 144 mil pesos, que en no pocos casos es un ingreso familiar, no hay modo de mejorar la calidad de vida ni la distribución de los ingresos. Con ese nivel de salarios, el mercado laboral, el trabajo mismo, es un reproductor de la desigualdad y de la pobreza.

Esta abismal brecha en los ingresos ha llevado a crear una cúpula económica y política que forma aquel quinto quintil. Un “primer mundo” que se alimenta del tercero: es como un gran campo de golf en medio de un descampado. Partamos por la dieta de los senadores, cuya base de cinco millones 500 mil pesos es equivalente al sueldo de un ministro de Estado. Pero se eleva a casi quince mi-llones con las asignaciones y asesorías varias. Vale decir que un senador gana 104 salarios mínimos. Un obrero con salario de 144 mil pesos, tendría que trabajar 8,6 años para igualar el ingreso que en un mes alcanza un parlamentario. El ministro de Haciendo gana 38 salarios mínimos y un obrero debería trabajar más de tres años para igualarlo. Y si es así en la elite política, por cierto que también lo es en la privada.

Un estudio estableció que los gerentes de las empresas chilenas tienen el más alto nivel de compra comparado con sus pares latinoamericanos, con un ingreso promedio cercano a los cuatro millones de pesos. Sin embargo, estos cargos pueden llegar a un promedio superior a los siete millones mensuales en las empresas grandes y a cifras cercanas a los quince millones para los altos ejecutivos. Y si este es el salario de los gerentes y administradores, en los dueños del capital y directores de empresas los números superan la imaginación de cualquier trabajador chileno.

Ante esta abismal brecha entre la opulencia y la miseria, que es una vergüenza nacional amparada por los sucesivos gobiernos de la Concertación, hay voces que surgen desde la ética. Monseñor Alfonso Baeza Donoso propuso hace años que así como existe un salario mínimo, debiera establecerse un salario máximo.

Tras el débil maniobrar de la CUT y los desequilibrios en la “negociación”, surge la necesidad de fortalecer las organizaciones sindicales y recuperar la identidad colectiva histórica del trabajador. Sólo con el fortalecimiento de estas instancias, su “empoderamiento”, su capacidad de lucha, será posible hacer demandas que no sólo sean escuchadas, sino otorgadas. Sólo así podría acabar este rito de falsas negociaciones

PF
(Editorial de “Punto Final” Nº 642, 29 de junio, 2007)
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lunes, 27 de agosto de 2007

Los Recursos Naturales



Por: Mauricio Muñoz

(Extracto tomado del Diagnostico del Territorio Huape Antiquina, de Cañete, año 2006)

La conservación de los recursos naturales, como los lagos, bosques, mar, etc., en los últimos años ha pasado a constituir un imperativo en cualquier sociedad frente al peligro de extinción de algunas especies de la flora y fauna, como también la degradación del entorno que ello supone. Sin embargo, pese a los aparentes consensos en su favor, no es fácil alcanzar, pues la utilización de los recursos naturales, se enfrenta a los intereses derivados de la explotación de los recursos y al progreso económico de las sociedades actuales (como la explotación minera en el Lleu Lleu).

A diferencia de la utilización de los recursos naturales por parte de personas no mapuches, radica en que el mapuche entiende la tierra como el Mapu que no se reduce solamente a un concepto material (suelo físico) sino involucra todo lo que significa materia y no materia, lo tangible y lo intangible, es parte de su vida. La tierra no es un referente utilitario, por lo cual no es sólo aprovechar el suelo para la producción, sino uno antropológico, parte de su propia identidad.

Cuando hablamos del cuidado y mantención de los recursos naturales, nos referimos a la protección y preservación de la flora y fauna, aire, suelos, aguas y bosques.

Como ejemplo, en el caso particular de los recursos forestales entendemos que son ellos fundamentales para obtener un ecosistema en equilibrio. Es por ello que en los últimos años se ha producido un importante cambio en la percepción de la sociedad en lo que se refiere al aporte que pueden hacer los bosques para mejorar la calidad de vida de las personas. De una visión centrada casi exclusivamente en la producción de madera, hemos pasado a una visión más global, con la cual la sociedad reconoce que el bosque, ya sea natural o exótico en menor medida, puede proveer, además de la madera, una serie de productos y servicios considerados indispensables para el bienestar de la humanidad de hoy y del mañana. Los bosques producen madera, Protegen el suelo de la erosión, cuidan la calidad de las aguas, albergan a una diversidad de flora y fauna, captan dióxido de carbono, producen oxigeno, regulan el microclima, entregan paisajes y entornos bellos, por nombrar algunos beneficios.

Es por ello que para utilizar los recursos naturales de una buena forma, tenemos que seguir patrones y conductas ancestrales, las cuales los pueblos indígenas mantienen al día de hoy, a pesar de todas las dificultades que presentan, ellos conservan los mismos principios, mismos valores, mismas costumbres y tradiciones de sus antepasados, lo que a llevado en la mayoría de los casos a preservar el medio ambiente.

Reconociendo que los bosques son un recurso renovable en el tiempo, ellos si se pueden utilizar productivamente, teniendo siempre en cuenta una planificación y organización de las actividades a realizar, además considerando las particularidades propias que presenten.

Al manejar y utilizar un recurso natural, siempre hay que tener en cuenta:
· Mantener la biodiversidad y proteger el medio ambiente.
· Conservar el recurso en el tiempo, garantizando la sostenibilidad desde el punto de vista económico, ecológico y social.

Teniendo en cuenta estos antecedentes, y entendiendo que una buena proporción de los recursos naturales está en manos de campesinos, se logrará que de pequeños propietarios se transformen en pequeños productores.

Se puede tomar como ejemplo el territorio denominado Huape – Antiquina. En este territorio se observa la gran cantidad de superficie ocupada por monocultivos de árboles de pino y eucalyptos pertenecientes en su mayoría a empresas forestales, lo que ha implicado en varias consecuencias en el sector, consecuencias observadas y mencionadas por personas pertenecientes a las comunidades del territorio, a modo de ejemplo se menciona la disminución de los cursos de agua, como también la disminución de la flora y fauna nativa del sector, donde hoy en día es muy difícil observar y escuchar el sonido y cantar de algunas aves. También se menciona que el clima a cambiado en el territorio, “Que antes llovía mas y los veranos no eran tan secos” dicen textualmente. Otra preocupación que se hace referencia es el riesgo constante de que ocurra en las estaciones secas un gran incendio forestal el cual no se controle a tiempo y el fuego llegue a sus casas y familia.

Uno de los problemas que se observan en ese territorio que al igual que los anteriores afectan los recursos naturales y en este caso específicamente el suelo, es la erosión y la desertificación, manifestada en casos puntuales y en distintos niveles, se pueden mencionar como ejemplo el avance de dunas en el sector de Collico o erosión avanzada en Alto Antiquina.

Es importante destacar que el problema que más afecta al territorio Huape –Antiquina, y por que no decirlo, en toda la provincia de Arauco, es la perdida de fertilidad de los suelos, causada por distintos factores, de los cuales los principales son: la utilización de malas técnicas de cultivos, la ausencia de rotación de especies, y el sobrepastoreo, que a llevado a que los agricultores para obtener mejores beneficios cambien el uso de sus tierras, traspasando de suelos agrícolas a suelos forestales, situación que se manifiesta en que cada día se invierta más dinero en fertilizantes para producir productos alimenticios y donde cada vez se siembre menos.
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Chile Hoy - La serie de TV - Marcel Claude

Extracto de la entrevista a Marcel Claude. Santiago de Chile, agosto de 2007

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Ironía Política Primera por Marcel Claude

Comentario Sobre la Actualidad Política Chilena. Los Pobres no Pueden Esperar. Análisis crítico de la pobreza y desigualidad en Chile

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Ironía Política Segunda por Marcel Claude

Ricardo Lagos, De la Revolución a la Renegación, Sátira de la renovación del socialismo

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jueves, 23 de agosto de 2007

Religiosidad en la Provincia de Arauco

El siguiente artículo surge como un aporte a la comprensión de la realidad socio-religiosa de la Provincia Arauco y como complemento al Reportaje aparecido en la prensa local el día domingo 12 de agosto de 2007[1]. Aquí el autor revisa los datos recogido por el Censo Nacional de Población de 2002 referidos, específicamente, a la religión que profesan los chilenos. El artículo se centra en la realidad religiosa de la provincia identificando las diferentes opciones religiosas, la proporción de feligreses que cada una de ellas poseen a nivel provincial y comunal, para luego cruzar estas preferencias con las variables sexo y edad.

Creencias religiosas en la Provincia de Arauco

En Chile la religión católica ha sido la religión predominante desde la llegada de las huestes de Valdivia hasta nuestros días. Sin embargo, a partir de la década del treinta (siglo pasado) el campo religioso nacional comienza ha expandirse producto de la emergencia en Valparaíso de las iglesias pentecostales que a avivarán el “fuego” del cada vez más rutinario mundo protestante, a través, de una campaña de evangelización que pretende llegar a todos los lugares del país y que va a tener una especial acogida entre los sectores populares de nuestra sociedad. Siete década más tarde aquellas iglesias pentecostales –más comúnmente conocidas como evangélicas- salidas del metodismo misionero de comienzos del siglo XX, han logrado desplazar a la iglesia católica como fuerza religiosa mayoritaria en la Provincia de Arauco, único lugar del país donde este fenómeno religioso muestra tal fuerza y en donde se hace realidad la profecía pentecostal de Un Chile para Cristo. Tal como se observa en cuadro Nº 1 y el gráfico Nº 1, donde se presentan la pertenencia religiosa en términos absolutos y porcentuales, respectivamente, declarada durante el Censo Nacional de Población de 2002, por las personas de 15 años o más, en nuestra Provincia.


Cuadro Nº 1. Número de adherentes según religión




Gráfico N º 1. Porcentaje de adherentes según religión en la P. de Arauco


Religión por comunas
A nivel de comunas las Iglesias pentecostales logran ser la fuerza religiosa principal en aquellas comunas que en las décadas pasada albergaron la minería del carbón, es decir: Curanilahue con total 13.058 (57.4%), Los Álamos con 7.421 (57.1%), Lebu con 8.626 (48.2%) y a ellas se debe agregar la comuna de Tirúa con 2.729 (42.1%). En cambio, la religión Católica es primera fuerza en las comunas de Arauco 10.840 (43.5%), Cañete 10.014 (45.6%) y Contulmo 1.856 (44.2%).

Religión según sexo
Al observar la distribución de la población de 15 años o más a nivel provincial (Ver gráfico Nº 3), cruzada con la variable sexo, podemos señalar que existe una mayor proporción de hombres que admiten ser católicos 50.3%, que la proporción de mujeres que admiten poseer la misma creencia 49.7%; no obstante, la mayor proporción de hombres católicos no es significativa. En aquellas personas que admitieron adherir a “otras” religiones, las proporciones respectivas para hombres y mujeres son de 54.1% y 45.9%. Y en las personas que dicen no poseer creencia de ningún tipo, ser agnóstico o ateo, la proporción de hombres es de 66.1% y de mujeres de un 33.9%. En las dos últimas categorías (otras y ninguna) la mayor proporción de hombres es bastante significativa. En cambio, se observa que en las iglesias evangélicas la proporción de mujeres es de un 54% y de hombres de un 45.9%. Algunas conclusiones que podemos obtener con respecto a la variable sexo es que ésta está condicionando a los hombres hacia la indiferencia religiosa (y en menor grado hacia la búsqueda de creencias más “exóticas”) mientras que en las mujeres hacia las creencias evangélicas.

Religión según Edad
Al observar el cuadro Nº 2, se aprecia que la religión católica se encuentra en una proporción mayoritaria en los tramos de edad que se encuentran de 75 años y más. En cambio, la religión evangélica reúne una mayor proporción de adherentes en los grupos de edades que están entre los 15 y 74 años. A la vez, podemos señalar que tanto: Evangélicos, T. de Jehová, mormones, otros, ateos y agnósticos (o sea, categoría ninguna) muestran una disminución a medida que se avanza en los tramos de edad. En conclusión podemos sostener que este último fenómeno se explica por la mayor apertura del campo religioso en las cual se han socializado las generaciones más jóvenes de la Provincia.

Ninguna, agnóstico o ateos.
En cuanto a las personas que se declaran no adherir a ninguna religión, ser agnósticos o ateos, se observa que es la tercera opción de respuesta en la Provincia, antecedida por la evangélica (Iglesias Pentecostales) y católica, y por la cual se inclinaron un total de 13.223 personas igual o mayor a 15 años. Si analizamos los datos declarado con la variable sexo tenemos que el 66% de estas personas son hombres y un 34% mujeres. En ambos sexos se observa una tendencia a disminuir en la proporción de personas que se inclinan por esta opción a medida que avanzan en edad.
Una posible explicación para el número relativamente alto de personas que declaran no tener religión, ser ateo o agnóstico (que en términos porcentuales alcanza 11.9% en la Provincia siendo mayor que el porcentaje nacional que alcanza los 8.3%) está posiblemente en algunas de las siguientes consideraciones:

1.- Son personas que han vivido los procesos de migración, urbanización, industrialización y sindicalización, que a partir de la década del cuarenta y cuyo apogeo estuvo en la década del 70, especialmente en la industria del carbón.
2.- Son grupos de personas profesionales o estudiantes que han o están recibiendo un tipo de educación humanista o bien son intelectuales progresistas. Son personas jóvenes que aún no encuentran, o no buscan, en una religión o creencia religiosa el “sentido” para sus vidas.
3.- Son personas jóvenes que aún no encuentran, o no buscan, en una religión o creencia religiosa el “sentido” para sus vidas.

* Autor: Gonzalo Martínez Beltrán; Sociólogo de la Universidad de la Frontera.
[1]Diario Renacer; sección: Renacer Reportajes: La realidad del mundo evangélico en Arauco, página A-7.
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domingo, 5 de agosto de 2007

La Subcontratación: La Sobre Explotación del Trabajo


Por: Mauricio Muñoz

Me parece que es bueno intentar hacer un análisis sobre un tema coyuntural, sobre todo, por que mediaticamente nace en la Provincia de Arauco. El gobierno esta empeñado, como es lógico, en que el conflicto de los trabajadores “tercerizados” de CODELCO escale en un efecto domino, y su ola expansiva alcance a otras industrias, estatales y privadas, ya se inicio en el conflicto Forestal de Arauco.

Pero ¿Que es la subcontratación o “tercerización”?

Es simplemente una manera encubierta de rebajar los sueldos, burlar los compromisos y ventajas que han adquirido los trabajadores en años de lucha y sobre todo aumentar la tasa de plusvalía de la empresa, ya que como la presión por privatizar CODELCO no cesa, y siendo previsor, hay que aumentar el valor de la misma para “venderla” cara cuando las condiciones políticas y sociales se den para “privatizarla”. Consiste en los hechos que ciertos grupos de tareas que deben realizarse para el buen funcionamiento de la empresa se desvinculan de la orgánica en el papel y se traspasan a una empresa concesionaria, que se encarga de realizarlas con su propio personal. Estas empresas como CODELCO, Las Papeleras, La Construcción, el Retail, la pesca, etc. sólo controlan que las tareas se cumplan bien y eficazmente.

Esto significa que la empresa subcontratista busca personal y pacta con el los sueldos. Ninguna de las condiciones de trabajo que tenían los trabajadores cuando eran empleados de la misma, rigen. Se eliminan. De hecho los extrabajadores de estas empresas ahora “mandantes” son despedidos y recontratados por el subcontratista y a su voluntad, ya que algunos no son recontratados.

¿Que interés tiene un subcontratista para iniciar el negocio?

Tan simple como la ganancia que obtiene entre la diferencia de lo que paga la empresa mandante y lo que él les paga a sus trabajadores. Esta empresa mandante paga los trabajos al contratista y este paga los sueldos a los trabajadores y se queda con la diferencia entre lo que el le cobra a esta Gran Empresa y lo que le paga a sus trabajadores.

De paso los trabajadores quedan completamente desvinculados de la empresa mandante y dejan de participar en los Sindicatos y son puestos ante la disyuntiva de aceptar el despido desde su antigua Gran Empresa o aceptar las condiciones desmejoradas que ofrece el subcontratista. Desde un punto de vista teórico el subcontratista no cumple ninguna función económica que no pueda ser debidamente cumplida por la misma Empresa, es un empleado, privilegiado, de ésta, que tiene como función abaratar los costos del trabajo para la empresa y desvincular a los trabajadores de la herramienta fundamental de defensa que poseen: el sindicato.

El subcontratista generalmente no requiere capital fijo, ni herramientas, ni tiene mayores insumos, porque esos los sigue poniendo la Empresa mandante. El gana tanto como logre rebajar los sueldos de sus trabajadores y por otra parte este Empresa mandante logra rebajar su planilla de sueldos, paga menos por los mismos trabajos y el valor total de la empresa sube (ya lo dijimos: en el caso de Codelco para la eventual privatización).

En suma es una forma muy clara de sobreexplotación y muy parecida al trabajo esclavo. De hecho la “tercerización” afecta a toda la industria y el comercio chileno, ya que son millones los que trabajan para miniempresas concesionarias que los contratan en condiciones degradantes y con sueldos mínimos (CODELCO, Las Papeleras, La Construcción, el Retail, la Pesca, etc.). Ya lo descubrimos durante el conflicto Forestal aquí en Arauco. El sistema tiene su forma mas primitiva y brutal en los enganchadores de personal para las cosechas de frutas o árboles exóticos y otros trabajos estaciónales.

No olvidemos algo muy importante y como un efecto ventajoso para la Gran Empresa, es la división de los trabajadores.

En suma: se trata de una especie de “súper” explotación para aumentar aún mas la tasa de plusvalía (trabajo no pagado) de los trabajadores y es –para una economía sana- insostenible en el tiempo ya que sus efectos son una marginación y precarización generalizada del trabajo que tiene efectos en todos los aspectos de la sociedad, desde la demanda reducida, hasta los fondos de jubilación, los seguros de salud, etc., ya que los “tercerizados” en su condición de trabajadores de “tercera” clase dejan o reducen radicalmente sus cuotas a los seguros –en Chile también privatizados – tiene poco dinero en el bolsillo para gastar y en general todo el sistema tiende a formar una casta hereditaria ya que esos obreros no pueden pagar la educación de calidad “privatizada” y con fines de lucro que permitiría una movilidad social de sus hijos, ni pueden salir del círculo vicioso de su precariedad.

Es quizás por estos elementos -de los que en Chile sólo algunos hablan-, que la lucha de los “tercerizados” tiene un peso político que muchos no entienden y por ello el Gobierno y la derecha se preocupa (aunque el candidato Piñera no diga nada), no tanto por el precio internacional del cobre o los datos económicos, sino porque los “tercerizados” son el sector mas duramente castigado por el sistema neoliberal y forman la gran mayoría de los trabajadores en Chile y son en los hechos los que “pagan” los presuntos “éxitos” económicos con los que gustan de “jactarse” los políticos y los economistas chilenos.

Y si alguien por ahí dice que este es un conflicto entre privados y por tanto el estado no debe intervenir, entonces me pregunto yo ¿Cuál es la función del Estado?; si no; regular, normar, súper vigilar, en definitiva, intervenir si es necesario por el bienestar de todos.
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viernes, 3 de agosto de 2007

Contratistas de Codelco y Modelo Económico

Por: Marcel Claude
Los trabajadores contratistas de Codelco, después de una larga huelga en la actividad económica más importante de Chile, finalmente llegaron a un acuerdo medianamente satisfactorio para los trabajadores. No se obtuvo todo lo que se pedía pero sí una buena parte y ello obviamente es del todo satisfactorio para los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
Sin embargo, lo más importante no han sido los logros económicos para los trabajadores, sino más bien los logros políticos, no sólo para ellos sino para todo el país, para el gran conjunto de trabajadores de Chile que incluye no sólo a los obreros o a los mineros en este caso particular, sino también –que es lo correcto- a todos quienes recibimos una remuneración como resultado de una actividad laboral cualquiera sea ella. Ya lo entendía así y muy bien Jorge Manrique cuando en sus coplas por la muerte de su padre, nos recordaba que a la muerte llegan –como los ríos en la mar- tanto los que viven por sus manos como los ricos. Esta distinción tan típicamente económica y muy bien comprendida en la literatura, a muchos les gustaría olvidar en un desenfrenado y absurdo arribismo social pensándose miembros de una categoría especial por sus estudios o sus posiciones en la pirámide productiva, pero, se les olvida que en la antigua Grecia o en la antigua Roma, hasta los médicos eran esclavos. De allí la importancia de entender el logro político de los contratistas de Codelco.
Para quienes no lo sepan o les cueste verlo, el famoso modelo económico chileno, padre espiritual del “milagro” económico, no es más que un patrón de acumulación, es decir, un mecanismo jurídico institucional y político construido para producir un aumento importante del producto económico en territorio chileno, pero acumulado y concentrado en un extremadamente reducido número de agentes económicos, esto es, las familias de los grupos económicos y sus más estrechos colaboradores. Eso y nada más es el “milagro” económico nativamente chilensis. Esto no tiene nada de milagroso, es tan mecánico como las torturas de la Santa Inquisición: a mayor tortura más confesiones, más almas rescatadas y más cuerpos quemados. A mayor poder ejercido implacablemente sobre la sociedad chilena, mayor la concentración de la riqueza de unos y mayor la tortura de la enorme mayoría para alcanzar el pan nuestro de cada día. En este mecanismo de poder, la clase política juega un rol trascendental, son como los redefine José Saramago, los comisarios del capital, quienes les guardan a los poderosos las llaves del reino. Ellos aseguran que las leyes “democráticamente” elaboradas y aprobadas, tales como las leyes de pesca, subcontratación, inversión extranjera, código de minería, y otras, no modifiquen ni con el pétalo de una rosa los mecanismos institucionales que aseguran la apropiación de la riqueza que todo el país contribuye a producir.
Quizás los únicos rasgos milagrosos de este modelito sean, por ejemplo, hacer de las nanas puertas adentro parte del 20% más rico -según la Casen 2006- o que los indicadores económicos muestren el mundo feliz de Aldous Huxley, ese mundo altamente productivo sin conflictos sociales, sin pobreza y todos -como nos lo relata Huxley -permanentemente felices, pero, a costa de dejar a los niños a cargo de la televisión pues sus padres deben producir para que don Anacleto o don Eleodoro o el mismo Tatán Piñera puedan estar en el selecto grupo de los multimillonarios del mundo. Mundo feliz en el que ya nadie lee ni le importa el arte o la literatura, menos aún cultivar relaciones amigables pues hay que ser competitivos, vale decir, mirar al otro como un enemigo a destruir.Dicho esto, se desprende fácilmente el enorme logro político de los trabajadores contratistas de Codelco. Este se suma al logro de los contratistas forestales que ofrendaron un mártir más en toda esta larga historia de los chilenos por construir la justicia y, cómo no, al de los estudiantes secundarios –los pingüinos- que despertaron el sueño colectivo del derecho a ser ciudadanos activos y educados. Estas movilizaciones que se sumarán a otras –en buena hora- han ido abriendo la ruta para desmontar esta máquina demoledora de biología y vida -animal, vegetal y humana- que es el “milagro” económico chilensis.La subcontratación y la imposibilidad de negociar colectivamente de forma asociativa, evitando que los trabajadores de un mismo rubro e incluso de una misma empresa -como es el caso de Codelco- se unan en sus demandas laborales, es parte de estos mecanismos institucionales que permiten ejercer brutalmente el poder para concentrar la riqueza. Más viejo que el hilo negro: dividir para reinar. A esto se unen ilusa -o más bien sádicamente- en el nombre de las modernas teorías económicas, del cambio tecnológico, de la responsabilidad social de la empresa, un conjunto de tecnócratas como el ministro de hacienda, Andrés Velasco, que ha probado pertenecer a la especie de los reptiles de sangre fría por su total indiferencia ante el dolor de los chilenos, o el siempre inconsistente comentarista de Tolerancia Cero, Sergio Melnick. La cárcel esta llena de gente que ha causado menos dolor y sufrimiento que este tipo de tecnócratas. Y no es broma ni tampoco ironía, puesto que uno solo de estos niñitos que tome una decisión como lanzar el transantiago antes de tiempo o privatizar una empresa que provocará el despido y la cesantía de miles de trabajadores, es causa de mucha violencia, agresión y dolor, mucha de la cual se traduce en crímenes y violencias inexplicables. Entregarle decisiones importantes a estos “especialistas” suele ser más peligroso que cruzar un campo minado.
Los trabajadores contratistas de Codelco van abriendo –parafraseando a Sartre- los caminos de la libertad, van sentando las formas de asociación y lucha sindical que nos debería llevar, esfuerzo y trabajo responsable de por medio, a debilitar de manera importante los mecanismos de poder que han instalado en Chile la sociedad más desigual que recuerde nuestra historia económica.Aún queda un largo y fatigoso camino por delante, estamos recién recuperando el tono muscular, el deseo de no sentirse siempre derrotados por el poder asimétrico y desequilibrante de los señores feudales. No obstante, el logro político de los trabajadores contratistas de Codelco ha sido un aporte de esperanza y renovación para la dignidad humana de los chilenos tan venida a menos por estos días.

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Exposición Permanente --------------------------

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Informe sobre la Represión y Criminalización del Pueblo Mapuche en Chile

La Misión tuvo su origen en la iniciativa de los miembros de la Rama Chilena después del asesinato de Matías Catrileo, y de la denuncia efectuada por dicha rama en el Palacio de Justicia. Conmocionado por la crítica situación derivada de la huelga de hambre mantenida por los presos mapuche, las denuncias de violencia policial en las múltiples manifestaciones desarrolladas en el marco de esta huelga, las denuncias de militarización de las Comunidades y de violencia policial en ellas, los escasos pronunciamientos de la sociedad civil y la agudización del conflicto entre el Estado de Chile y el pueblo Mapuche. Esta iniciativa se formuló a la Directiva Continental, por intermedio de su Presidenta, Vanessa Ramos, y se invitó a integrar la Misión a los dirigentes de la Rama Argentina en razón de su cercanía. Posteriormente, se convoca a la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Argentina, sumándose a la delegación el Presidente de la Asamblea de Bolsón y Miembro del Consejo Nacional de la Presidencia.

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Reportaje: Patagonia sin Represas

Este libro y su campaña de difusión son una iniciativa del Consejo de Defensa de la Patagonia Chilena (CDP), colectivo de organizaciones ambientales, sociales, vecinales y de personas que comparten una visión común sobre la vocación de la Patagonia Chilena —ligada a su cultura, la conservación, el turismo y el desarrollo sustentable—, y que promueven alternativas a proyectos que amenazan su naturaleza, tales como las mega represas hidroeléctricas. A esta campaña se suman profesionales, artistas, intelectuales, empresarios y organismos nacionales e internacionales comprometidos con el cuidado del medio ambiente y los ecosistemas patagónicos.

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